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Estudiante de la asignatura "Literatura hispanoamericana contemporánea: Grandes voces" en el Grado en Español: Lengua y Literatura. Los objetivos de la propuesta son conocer el punto de vista sobre la visión de la mujer en el post-boom latinoamericano.

miércoles, 27 de abril de 2022

«Sobre cultura femenina» (2009), Rosario Castellanos


Título: Sobre cultura femenina.

Autora: Rosario Castellanos.

Editorial: Letras mexicanas.

Páginas: 230.

El 23 de junio de 1950 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM se aprobó por unanimidad la tesis de Rosario Castellanos para obtener el grado de maestra en filosofía. ¿Existe una cultura femenina?, se preguntaba entonces la autora de 25 años, en el arranque de una transparente meditación que conserva intacto su carácter de registro del pensamiento de una época y de archivo intelectual para la comprensión de una de las obras literarias más influyentes del siglo XX mexicano.

Opinión personal: ¿Existe o no la cultura femenina? Esta es la pregunta que lleva la joven Rosario Castellanos a desarrollar su tesis, conocida en todo el mundo como una escritora feminista que siempre defendió la visión de las mujeres y la inferioridad que los hombres siempre han visto en ellas. En esta obra investiga y estudia aquello que es considerado como 'cultura femenina', es decir, el papel de la mujer en el arte, en la ciencia y en las humanidades y cómo se ha desarrollado a lo largo de los años. Me parece de suma importancia tratar este ensayo, debido a que es una obra que se centra en el tema de la mujer, al contrario que las otras dos obras reseñadas, que sí que tratan el tema pero no como principal.

Para comenzar con la reseña me gustaría compartir una cita que Castellanos ha incluido en la obra: "Lo que distingue al hombre del animal es la razón". La verdadera pregunta que me hago al leer esta frase es, ¿por qué la razón se atribuye al hombre y qué es, entonces, lo que distingue al animal de la mujer? Esta desacertada afirmación pertenece a Schopenhauer, filósofo alemán que, como expresó la autora de la tesis, realizó un tratado sobre mujeres titulado El arte de tratar a las mujeres, en el que nos habló sobre ideas tan retrógradas como que las mujeres no están destinadas a grandes trabajos, ni materiales ni de la mente, pues han nacido para  obedecer al hombre y ser compañeras de este.

Otro autor al que expone Rosario Castellanos es Otto Weininger y a sus ideales, tales como que "la mujer no es otra cosa que sexualidad" (Castellanos, 2005), donde se pueden ver otras de las ideas preestablecidas que la sociedad ha tenido sobre la mujer a lo largo de los siglos, aquella de que es un mecanismo que tiene como único propósito vital el de dar placer al hombre y, así, procrear. Muchas personas han pensado que el hombre es sexual, pero que puede, además, tener otras ambiciones, mientras que la mujer se reduce a ese aspecto de su vida. Por otra parte, también se tiene que destacar a Simmel, que fue considerado defensor del sexo femenino pero que opina que la cultura es enteramente masculina. Aun así, expone que la razón por la que la cultura femenina no existe es la cantidad de obstáculos a los que se enfrenta, pues la sociedad y el sistema patriarcal en el que nos movemos determinan que el trabajo de una mujer será más válido cuando esté altamente influenciado por el espíritu masculino.

Con esta introducción, la autora nos expone las ideas de varios autores y filósofos, y obtiene como conclusión que hay personas que creen en la existencia de la cultura femenina pero otras no; partiendo de esa base, nos cuenta su visión y lo que ella opina.


La idea principal que he desarrollado a partir de este ensayo es la valoración que tienen las obras de las mujeres. En mi opinión, el arte hecho por mujeres es juzgado más duramente que el de los hombres; incluso hoy en día, muchas personas, al no aceptar el papel femenino en el arte, buscan con minuciosidad los fallos o defectos que este pueda tener. Por ejemplo, en el género musical he visto gran cantidad de actuaciones de cantantes masculinos que consisten en salir al escenario y cantar, mientras que la mayor parte de las mujeres que se dedican a la música deben salir al escenario y cantar, preparar una coreografía e incluso tirar fuegos artificiales para ser igual de valoradas que ellos.

Aquí dejo un vídeo que me llama la atención, una canción que pertenece a C. Tangana, rapero conocido mundialmente y a Becky G, también rapera actual que tiene el mismo prestigio como artista que él. Se puede acceder a él mediante este link:

https://www.youtube.com/watch?v=HAc3T4aMENI

Como podemos ver, ambos son cantantes del mismo género, pero, a pesar de que él solo canta y apenas se mueve, manteniendo una imagen pasiva, ella debe preparar una coreografía e incluso vender su imagen para ser valorada de la misma manera. Quizás es una hipérbole, pero en mi opinión, en la actualidad esto es un perfecto ejemplo de lo que quería decirnos Rosario Castellanos.

 

Tras esta reflexión la autora llega a la idea de que la forma más sencilla que tienen las mujeres de producir cultura es la literatura, pues les permite escribir sin tener normas, ya que en las demás disciplinas serán mal vistas si no cumplen las bases que han impuesto los hombres que ya han hecho arte. Además, en épocas pasadas era sencillo conseguir lápiz y papel, mientras que los materiales para pintar o esculpir no se podían obtener y tenían mejor acceso para los hombres; las mujeres estaban condenadas a pertenecer en su hogar ocupándose de las tareas domésticas. Sin embargo, en el ensayo se resaltó una idea que me resultó agradable, y es aquella de que la mujer puede vivir y crear sin necesidad de la existencia del hombre, siempre lo ha hecho, mientras que la mayor parte de los hombres no seguirían siendo quienes son sin las mujeres, pues siempre se las ha utilizado como musas, tema de las canciones e inspiración, por lo que sin mujeres no podrían crear de la misma manera. Por tanto, incluso aquellos que creen que no existe cultura femenina deben saber también que sin mujeres tampoco existiría la cultura masculina.

Aun así, y a pesar de haber sido musas del arte durante siglos, muchos hombres de suma importancia han hablado en contra de ellas abiertamente, y Castellanos nos expone varios ejemplos, como que Mahoma expulsó de su paraíso a las mujeres, Eurípides se lamentó de que estas fueran el único método para perpetuar la especie e incluso Shakespeare repite ese lamento en el final de su obra Cymbelino. La especie femenina siempre ha sido considerada por los hombre como la sobrante, para ellos hemos sido durante mucho tiempo seres que nacen con la misión de ser incubadoras, y desgraciadamente aún muchos nos ven así, a pesar del arte que tengamos, de nuestro talento o de que incluso podamos desempeñar obras culturales que estén al nivel de las suyas.

"La mujer es una débil mental fisiológica", dijo J.P. Moebius expresando que incluso tiene deficiencias mentales, y San Pablo dijo que "la mujer es naturalmente animal enfermo". Todo esto me ha llevado a la conclusión de que la falta de cultura femenina que ha existido a lo largo de los tiempos no se debe a que las mujeres tengamos menos talento, sino a la forma en la que siempre se nos ha invalidado y se nos ha considerado inferiores. Estas ideas que siempre han estado arraigadas en la sociedad patriarcal, pues para esta no somos más que seres débiles con mente torpe, sometidas a seguir nuestro pasivo destino.

Algunos hombres se han atrevido incluso a hablar sobre las mujeres artistas que han trascendido, y han explicado que esto se debe a que tenían rasgos viriles y que es el hombre que está dentro de ellas el que actúa, como expresó Weininger. Rosario Castellanos no logra explicar qué es lo que hizo a estas mujeres, como Simone de Beauvoir o Virginia Woolf, mostrar su arte en una sociedad que las encerraba, pero sí que asegura que fue porque lograron romper las barreras que pone al sociedad a la atracción de lo femenino en la cultura, y para hablar de esta idea utiliza ironías burlescas como cuando, hablando de los hombres, dice que "sobre sus hombros está su cabeza que, a juzgar por la cantidad y la solidez de sus contenidos, debe pesarle tanto como el mundo" o "las mujeres son, al lado de tan luminoso ejemplar como el que hemos señalado anteriormente, una humilde sombra" (Castellanos, 2005).


Al fin y al cabo y como conclusión, me parece que la cultura femenina sí que existe, aunque esté más invisibilizada que la masculina, pues los hombres incluso se han dedicado a diseñar, en muchas ocasiones, la ropa de las mujeres. Me parece que el mayor problema es que una mujer, para triunfar, requiere muchos más recursos y esfuerzos que un hombre, pues la sociedad la ha forjado como un ser con menos interés cultural. Sin embargo, cada día se la ha considerado más artista y creo que si luchamos contra las ideas que se nos imponen al nacer podremos ver más allá y apreciar justamente la cultura femenina.

A continuación voy a hablar sobre algunas artistas a las que admiro enormemente y que creo que merecen tener más voz en la sociedad actual.



Angélica Liddell (1966-presente) es una escritora que está revolucionando el teatro experimental con temas sobre la violencia de género y las injusticias que sufren las mujeres actualmente. He leído su obra La casa de la fuerza (2009) y su poemario Veo una vara de almendra. Veo una olla que hierve y me han conmocionado enormemente (Liddell, 2011).

Emerald Fennell (1985-presente) es la directora de la oscarizada película Una joven prometedora (2020), impactante thriller en el que se nos presenta una imagen esclarecedora y rompedora de la sociedad actual, del papel de las mujeres y de cómo aún se nos menosprecia incluso por otras mujeres (Mínguez Ruiz, 2021).

Becky G (1997-presente), mencionada con anterioridad, es una rapera que consigue el número uno en ventas con todas sus canciones, demostrando que el reggaetón no es un género que dominen los hombres, sino que las mujeres también tienen derecho a hacerlo e incluso a exponer mensajes feministas en sus canciones, como hace en La Respuesta, donde se opone al papel patriarcal que la sociedad siempre nos ha dado. Se puede acceder al tema mediante este link:
https://www.youtube.com/watch?v=sWK6eBYGZBM

Emma Watson (1990-presente), actriz universalmente conocida por su papel como Hermione Granger en la saga de películas de Harry Potter ha demostrado también el talento de las mujeres en la gran pantalla y ha luchado por el feminismo con mensajes y con constantes donaciones que ha realizado contra el acoso sexual a las mujeres.

Marta Sanz (1967-presente) es una autora a la que admiro, que ha tratado en sus libros los asesinatos a mujeres y la violencia de género de una forma cruda y real. Además, es columnista en el país y constantemente publica artículos hablando sobre el feminismo o sobre sucesos que han ocurrido a mujeres. Cabe destacar su magnífica obra Pequeñas mujeres rojas (2020) (Ballarín Aguarón).

Noemí Casquet (1992-presente) es periodista especializada en sexualidad, y actualmente trabaja como escritora. Sus libros están siendo una gran fuente de liberación sexual para las jóvenes, ya que esta autora rompe todos los estereotipos que nos ha impuesto la sociedad patriarcal y nos hace ver que las mujeres tenemos el mismo derecho a disfrutar de nuestro placer que los hombres, acabando, para ello, con muchos de los tabúes que se nos han impuesto.

BALLARÍN AGUARÓN, V. (2020). Autoficción y autobiografía en Marta Sanz. "Clavícula". Universidad de Zaragoza. Recuperado de: https://zaguan.unizar.es/record/88778/files/TAZ-TFG-2020-145.pdf

CASTELLANOS, R. (2005). Sobre cultura femenina. México: Letras mexicanas.

LIDDELL, A. (2011). La casa de la fuerza. Segovia: La uÑa RoTa.

MÍNGUEZ RUIZ, A. (2021). Análisis del rol de la superheroína como protagonista en el cine contemporáneo (2000-2020). Universidad de Granada.

TANGANA, C. (2018). C. Tangana, Becky G - Booty (Video Oficial). [Archivo de vídeo]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=HAc3T4aMENI.

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